Todos sabemos donde habita, aunque a veces disimulamos con el descaro de impunidad privilegiada.
Todos sabemos como se llama, pero la cobardía nos impide pronunciar su nombre.
Todos sabemos que aspecto tiene, más decimos nunca haberla visto.
Se marchita porque no somos dignos,
desparece para no remover nuestro sentido de culpa,
se seca porque se averguenza de nosotros.
Su nombre?
CONCIENCIA
Vivimos tiempos donde brilla por su ausencia.
ResponderEliminarY es más necesaria que nunca.
Saludos.
¡Qué bien expresado! No me extraña que te vayan a dar un premio. Vete haciendo las maletas ya, que te veo en Madrid.
ResponderEliminarBesos
Pues si Natalia de tanto justificar lo injustificable se nos ha quedado dormida en el mejor de los casos y desparecida en la mayoría.
ResponderEliminarCongui lo del premio es accidental, pero no voy a negar que me hace mucha ilusión.
Besines